domingo, 2 de mayo de 2010

El cantante desconocido

En el estallido de las estrellas en la ciudad,
solo se escucha una pequeña melodía jugando con el aire.
Una voz debutante,
temerosa ante el monstruo engañante parado frente a él
y de repente en entre susurros, críticas y palabras desconocidas que el viento le mostraba,
encontró una voz que tarareaba enérgicamente su canción;
era un sonido pequeño que se escondía en el bullicio de las pláticas efímeras de su público.
Así que el cantante,
ese que podría desvanecer frente a las corrientes del futuro la saludó,
saludó a esa pequeña vocecita y encontró lo que más necesitaba esa noche que se le hacía perpetua.
Necesitaba apoyo,
lo hizo porque necesitaba apoyo ante ese silencio mortífero que ahora lo amenazaba,
el silencio del desconocimiento, el que viene con las personas cambiantes ante la colosal sociedad.
Y así aunque la noche le pareciera eterna,
su corazón pareció tranquilo xq sabía que aunque fuera él,
el cantante desconocido,
había una voz,
un susurro que moría entre los aplausos ficticios pero que era en ese instante lo más importante;
su soporte, su confianza para poder seguir con fuerzas
y terminar la lucha cansado pero con valor.